Se dice que leer, viajar, estudiar, participar de grupos o proyectos comunitarios, etc., nos “abre la cabeza”, nos da –a veces– otras perspectivas sobre las cosas, sobre la vida, sobre nosotrxs o sobre otrxs. Esto, como toda ‘verdad’, siempre es relativo… Re-significar el pasado no necesariamente es ‘cambiarlo’. Pero pensarlo, verlo o entenderlo de otra manera, también transforma nuestro presente, y desde luego, lo que desde el presente podamos pensar o proyectar a futuro (de ahí la importancia de la Memoria y del revisionismo histórico).